Estas imágenes retratan a un cuerpo vivo que paradójicamente al estar en agonía, se muestra más vivo que nunca porque es resiliente. Muestran el espacio dentro y fuera del Ser al dibujar los paisajes más vulnerables y dañados del alma, trazando un mapa que deja huellas en la piel: sangre, costuras, tornillos y cicatrices que reflejan el dolor en la lucha por estar vivo.